LA TORRE DEL SILENCIO
Capítulo IX:
“…So, at that hour when time slips from us,
are we wedded to him before whom I stood,
and with the sacrament of his kiss he signs unto us himself,
and makes us of one flesh with him.'”
are we wedded to him before whom I stood,
and with the sacrament of his kiss he signs unto us himself,
and makes us of one flesh with him.'”
(Simeon Solomon,A vision of love revealed in sleep)
-Era todo
tan ambiguo y confuso-prosiguió David-,que casi no me daba cuenta de lo que
estaba ocurriendo entre nosotros.Pasó el tiempo;eventos;acontecimientos
importantes,y otros no tanto;la cuestión de la paternidad de Anthony(no,no es
hijo mío;su padre era una de las tantas lacras que Eleanor usaba para
vengarse de Jasón);mi divorcio,su
divorcio;el ejército;Afganistán,el regreso a casa cubierto de heridas,y
yo,cuidándole día y noche,dejándolo todo por humedecer sus labios febricitantes
con algunas gotas de agua,y él que me rogaba por un beso que le negué
reiteradamente...
Luego vino
lo de la fundación de la Unidad,en la que pusimos todo lo que teníamos,y aún
más.Las conferencias,las giras,las investigaciones,los libros,los premios y
todo el reconocimiento que recibimos cada uno por su lado,y en conjunto.Lo digo
con convicción:siempre fui bueno,pero él era el mejor.Sin duda alguna.
Tras el
accidente en el que perdí mi ojo izquierdo,tal como yo había hecho con él,no se
separó de mi lado ni por un solo instante.Creo que hasta ni comía,ni
dormía:sólo velaba a mi lado,sentado junto a mi lecho.Recuerdo que bromeaba en
público con los doctores y enfermeras
diciendo que yo sería ahora un tuerto célebre como Aníbal o
Wotan..Pero,a solas,cuando me creía
dormido,lloraba con las lágrimas más
amargas y desesperadas que he visto llorar a un hombre.Me acariciaba y
besaba,murmuraba que él me hubiera dado gustosamente sus ojos,porque estaba
harto de ver tantas miserias y mugre humana...me llamaba”vida de su vida y alma
de su alma”...Partía el corazón,y sé muy bien que no fingía.Él se sentía
culpable por todo aquello que no podía evitar,y por lo que pudo haber
evitado:como si sobre su cabeza pesara la imagen del que vive en eterna culpa
de omisión.Por ello bebía como una esponja,cada vez más,a tal punto que,cuando
ustedes lo mandaron llamar por órdenes
superiores,estaba de licencia por enfermedad...y la enfermedad era alcoholismo.Un eufemismo técnico legal la
convirtió,sin embargo,en stress post traumático.
Tras aquel
tiempo de fatiga sobrehumana y
continua(tiempo en el que dormimos juntos más de una vez,abrazados,aun
sabiendo que todo lo que la cintura separaba del torso nos estaba vedado),
sucedió lo de mi retiro(no sé si fue el
temor constante de sentir que trabajaría día y noche a su lado lo que me hizo
pedir un alejamiento anticipado),y entonces fue cuando recibí aquella carta en
la que me decía que,por fin,y como nunca antes en su vida,se había enamorado.
Lamentaba
que el “pequeño monstruo de la Naturaleza,dotado de todos los dones como un
arcángel oscuro en ciernes”(la pomposa frase no podía ser sino suya) fuese todavía casi un niño,apenas
púber,absolutamente inocente en su ingenua perversidad.Su belleza pubescente y
su arrebatadora inteligencia lo habían cegado hasta tal extremo,que
,contrariando todo principio establecido por el reglamento(el maldito
reglamento!),se transformó en su mentor personal,arriesgando incluso que Van
Houten(quien todavía andaba por Nevada) le diera caza.No le importó vivir
entonces”en la capital del mal gusto y de las correrías estrafalarias”(como llamaba a Las
Vegas),porque ello significaba estar cerca de su objeto de deseo.Se lo llevó
consigo a Berkeley,con el consiguiente escándalo(un chico de catorce años,un
pequeño genio presentado por un protector de renombre...y
de,infortunadamente,pésima reputación
en su vida privada.)
Rossi hizo
una pausa,y bebió un largo sorbo de café.Durante esa pausa,Aarón sintió que el
universo se desmoronaba otra vez.Un
universo cuyos pedazos trataba de ordenar y armar a ciegas,arañando hasta
sentir que las uñas le sangraban,en un esfuerzo superhumano por aferrarse a su
pobre,mínima,misérrima esperanza.
-Sabes si
hubo algo entonces?-inquirió,y entonces,él,el hombre que no retrocedía ante nadie
ni ante nada,se confesó a sí mismo:”Soy cobarde”.
-No.Su
ética(porque la tenía,aunque retorcida
e incomprensible para los otros) no se lo permitía.El chico tenía apenas
catorce años,y,salvo por su abrumadora superioridad intelectual,se conducía aún
como un niño.Y él parecía feliz en su rol de padre adoptivo.Orgulloso y feliz.
Un día vino a casa para hablarme exclusivamente de
él.A decir verdad,habló bastante poco.Me mostró fotografías(era un
obseso:fotografiaba a todas las personas de su entorno y desplegaba las
imágenes frente a sí,mirándolas intensamente,insistentemente,como devorándolas
con los ojos).Luego tocó el piano casi
toda la tarde,y me dijo que sabía que yo podía inferirlo todo con sólo escuchar la música.
-Y pudiste?
-Sí.Pude.Tú
sabes muy bien que ,cuando él quería,sabía hacerse entender sin palabras.
Encendió un
cigarrillo,y dijo,gravemente:
-Ahora,aparte
de todo esto,y respondiendo a tu constante demanda:sí;yo creí
,efectivamente,que los crímenes habían tenido lugar .Con L’
Heureux
recibimos las fotografías,sin remitente;constatamos los nombres de las
supuestas víctimas.Las fechas coincidían con su estadía en los países
involucrados en el asunto.-Rossi dio un puñetazo en la mesa-Y yo lo
creí!Alguien que había hecho lo que él hizo con Frank Van Houten,y con esa
prostituta de la Flohs;alguien que había castigado de una manera tan despiadada
como cuando, en su momento,acometió a los que humillaron a Reid en la
Universidad,era muy bien capaz de esto,y aún de mucho más!
Aarón
temblaba,y hacía esfuerzos para que no se le notara.De pronto sintió que ya no
debía preocuparse más si la turbación manifiesta era evidente.Fue algo súbito:
sintió que todo era ya inútil.
-La culpa
tal vez fue mía-Rossi prosiguió.-Debí haber investigado a fondo.Ya ves:García
lo resolvió todo con un simple clic.En lo que respecta a quién envió esas cartas y esas
fotografías,y por qué demonios lo hizo,no tengo ni la más maldita condenada idea.
David
suspiró largamente,terminó su café,se acomodó el largo impermeable gris,y tomó
su sombrero.
-Debo
irme.No regresaré a América con ustedes.Por lo tanto...adiós.Despídeme de los
demás,por favor.
-Espera!Falta
un detalle.
-Cuál?
-Por qué nos
aconsejaste que disparáramos a matar? Y cómo sabía él que vendríamos?
-Porque él
así me lo había rogado .Y sabía que vendríamos porque él mismo me pidió que les avisara.Por ello no me preocupaba en
absoluto Spencer;:sabía que no correría peligro alguno.
-Tenías
noticia de que estuviera enfermo de cirrosis terminal? Sabías de su mal?
-Siempre lo
supe.Siempre.Y estaba dispuesto a parecer cruel y hasta inhumano si ello podía
ahorrarle sufrimiento.Él ya había padecido demasiado en esta vida!-suspiró-Por
eso te digo...te aconsejo como amigo,no como profesional:Aarón,ten
cuidado.Cuando se pierde el sentido de la realidad en pos que una quimera,cuando las cosas se despojan de su
materialidad y todo se torna confuso ,como diluido en una especie de ensueño que no cesa....es el dolor quien
ronda cerca.Y,con el dolor,la miseria.Miseria del alma,soledad del
espíritu,enfermedad que se acrecienta con el tiempo,y nos agota,nos
aniquila,poco a poco,bebiéndonos la vida gota a gota.
-Es lo que
le sucedió a él?
David
asintió.
-Y a
mí-agregó,antes de salir lentamente por la puerta que se abría a la noche,para
recibir la última caricia tenebrosa de un pasado que se había evaporado definitivamente al
aventarse aquel puñado de cenizas.
Sobre la
mesa habían quedado la Eibar y una
fotografía vieja.Aarón se guardó el
arma en el bolsillo,y miró la imagen,que,a la pobre luz de la lámpara,adquirió
un tinte fantástico.Era Gideon(tendría poco más de veinte años en esa
imagen,pero lo reconoció por aquel ”aura inconfundible” que emanaba de una luz
rara,incisivamente familiar,desde la niña de sus ojos),disfrazado probablemente
para una fiesta,en traje de espadachín,con mostacho y perilla a la española;el
cabello largo,casi negro,y otra vez esos ojos brillantes,encendidos por una malignidad que era una mezcla de ternura socarrona, agudeza infinita , insolente desprecio
y atroz desamparo..Ojos desgarradores
en un rostro sonriente...Aarón reconoció en aquel joven las facciones de un sefaradí de pura
cepa.Gideon.El “fuerte guerrero”.El imbatible.
Había
sido hermoso en ese lejano tiempo,sin duda.Sintió una inmensa
piedad por él, por Rossi,y por sí
mismo.
Apuró su
copa,se guardó la fotografía en el mismo bolsillo con una especie de extraña
misericordia que le sorprendió por lo profunda e insólita,y subió escaleras
arriba.
..................................................................................................................................................................................................................................................
El viaje
fue fatigoso,pero casi un alivio en
comparación con los sucesos que habían quedado atrás.
Derek,afortunadamente,no
hizo más preguntas.Tan sólo inquirió si Rossi los acompañaría de vuelta a
casa,y,al encontrarse cara a cara con el silencio de Aarón,calló,se enfiló sus
auriculares,y se metió en su mundo.
Antes de subir
a bordo había comprado perfumes para
las muchachas,para su madre, hermanas ,tías y primas,y,además, un magnífico
anillo de gran belleza,sumamente costoso.Aarón no necesitó preguntarle para
quién era este último regalo.Lo cierto
es que Derek se gastó cuanto tenía ,y
lo hizo con verdadero placer e infinito afecto.
Aarón sintió
una sana envidia:por qué él mismo no podía hacer como Derek,en quien la
inteligencia había logrado
congeniar con un corazón sencillo,noble
y afectuoso?
Por qué ,en
el estrecho mundo de Aarón Nephtalí Elijah Hotchner,todo estaba sujeto a una
permanente estructura,cuyos ajustes dependían del entorno,de las
circunstancias,y hasta de las expectativas,deseos,aspiraciones,etc,de los
otros?
Una
mentalidad de pogrom,sin duda:un espíritu permanente de ghetto estrictamente
vigilado desde adentro....para que las ruinas no se notaran desde afuera.
Incólume,hierático,severo,con
los ojos de luto brillando como chispas inquisidoras,hurgando en el maloliente
reservorio de la miseria humana:así lo habían entrenado,porque así había sido
criado,y así había sido el mundo de su padre,y el de su abuelo ,y el de su
bisabuelo en la judería de Praga.
Durante el
viaje ,Spencer dormitaba con la cabeza en su pecho,como aferrándose a un
refugio que (ay!)él,Aarón,no podía ofrecerle.
Gracias a
Dios,el muchacho durmió casi todo el tiempo que duró la larga travesía,o bien
se mantuvo en ese estado intermediario entre el sueño y la vigilia (ese mundo
de sombras y desvaríos),murmurando
palabras incoherentes(quizá en su sangre circulaban todavía los restos de las
infames sustancias a las que era afecto),acurrucándose como un niño hambriento
en busca del pecho que ha de alimentarlo.Un pecho que estaba seco
,lastimado,fatigado,pero que no podía darse el lujo de mostrar ni una sola de
sus heridas.
A veces
alzaba la vista,miraba a Aarón con sus bellos ojos soñolientos,apenas
abiertos,preguntando algo que no llegaba a traducirse en palabras,y él,
Aarón,respondía con silencio y más
silencio,acariciando sus cabellos empapados en sudor,acomodando los
mechones que se pegaban a su frente,muriendo por depositar un beso en ella,pero
sin hacerlo,sintiendo agotar sus fuerzas en un mero gesto que no llegaba a
concretarse.
..................................................................................................................................................................................................................................................
(De
regreso en Quántico)
Le llevó varias semanas ordenarlo todo.Redactó su renuncia
indeclinable,la firmó,y la sometió a sus superiores,con el consiguiente júbilo
de la Strauss,quien se veía,por fin,libre de su tan odiado obstáculo.
No quiso ahondar en ello,acusándola de flagrante
discriminación y antisemitismo,pero dejó bien sentado que había sufrido
humillaciones sin cuento por parte de aquella orgullosa mujer,quien se llenaba
la boca llamándole”perro judío marica” en cuanta ocasión pudiera presentársele.
Derek tomaría el mando una vez más:estaba más que
capacitado para ello,y contaría además,con el concurso de un tipo de
extraordinaria experiencia,como lo era Sam Cooper,el mejor en lo suyo,apenas un
escalón por debajo de..del maestro.
Tras felicitarle por su próxima boda(finalmente se había
decidido a hacer que Penélope arrojara escaleras abajo a su absurdo”novio de
opereta”),se marchó a su solitario departamento(su hijo Jack estaba en casa de
su hermana Ruth,en DC) a esperar por la aceptación de la renuncia.
Cuando sonó el teléfono( había pasado poco más de un mes desde su regreso),creyó que era de la
oficina para confirmarla.
Pero era una llamada de larga distancia:la señora
Mariangela Rossi Di Leonardo,en cuya
villa de la costa napolitana se había refugiado David,le anunciaba que su
hermano,el otrora jefe supervisor general de la BAU, había muerto de un derrame cerebral hacía dos días.
Un escalofrío recorrió no sólo el cuerpo de Aarón,sino
también su alma.
(“Aarón,ten
cuidado...”)
Estaba aún bajo el efecto de shock que la noticia le había
producido,cuando recibió la llamada que había estado esperando.
Su renuncia había sido finalmente aceptada,sin
condiciones.
...................................................................................................................................................................................................................................................
(Refectorio
de la clínica psiquiátrica del DR. Urquhart,en
Chevy Chase)
El enfermero acompañó a Spencer hasta su asiento.Aarón lo
contempló en silencio.Se veía algo mejor,aunque todavía no había vuelto a
pronunciar palabra.
-Voy a sacarte de aquí-dijo Aarón-Nos iremos del
país.Juntos.Y voy a llevarme también al niño:lo ubicaré en un internado
bilingüe.-aferró la blanca mano,que sintió helada,como si hubiera quedado sin sangre-Pero,por favor,mi vida..por
favor...habla...di una palabra....
Por toda respuesta,Spencer alzó la vista,y lo miró
fijamente,hasta hacerle brotar las lágrimas,que velaron los ojos de luto como
una lluvia dolorosa,lenta...
-Dime algo..por piedad!...-insistió Aarón,con la voz
ahogada.
Hacía ya un mes que Spencer había ingresado en la
clínica,tras un cuadro depresivo intensísimo,que lo llevó a un estado casi
catatónico.Se había desmoronado apenas el avión tocó tierra en América.
Sus labios estaban sellados.Sus ojos,muertos.En el clímax
del dolor y la desesperación,Aarón hubo de resolver la licencia médica por
tiempo indeterminado,e internarlo en la clínica de Urquhart,uno de los mejores
especialistas en este tipo de trastornos.Todo ello juntamente con los trámites
de su renuncia,y el resto de la unidad con sus malditas preguntas,y la Strauss
riéndose en su cara...Y Rossi,que se había muerto así,de pronto,y tan
lejos...sin despedirse,sin...
Aarón se preguntó hasta dónde podría él soportar.
Por primera vez
tomó una decisión audaz en la esfera de su vida privada.
Tras dejar a Spencer en el refectorio,pidió hablar con
Urquhart,y le hizo saber que se llevaría a Reid consigo,.
Urquhart,contrariamente a lo que
esperaba,asintió,sonriendo:
-Es justamente lo que iba yo a proponerle,doctor
Hotchner.El doctor Reid no está enfermo:si nos remitimos a las características
que presenta su estado,le diré a usted que no es sino una forma de stress post traumático.En fin:creo que usted
conoce lo suficiente acerca de la conducta humana como para que yo tenga que
perder mi tiempo( y hacérselo perder a usted,también) con más explicaciones.
Dicho esto,firmó el alta que Hotchner le solicitaba,y tras
una breve inclinación de cabeza,se retiró.
................................................................................................................................................................................................................................................
Una semana más tarde,tras haber pasado Spencer los
siete días con la barbilla apoyada en
las rodillas,oyendo continuamente el segundo concierto de Rachmaninov en unas
veinte versiones diferentes,y todavía sin haber pronunciado palabra,ante la
mirada desesperada de Aarón,los
amantes(acompañados por el pequeño Jack,para quien todo era como una especie de juego)abandonaron el
país para (tal vez)no regresar jamás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario